El
1 de agosto de 2011 publiqué en mi blog de pensamientos, artículos y
reflexiones www.resurgimientobuenosaires.blogspot.com
un ensayo que resultó ser premonitorio de una línea de pensamiento de la que
hoy, como nunca, estoy convencido debe ser la idea rectora de todo posible
triunfo de las fuerzas nacionales, populares, humanistas y progresistas de cara
a las elecciones de 2013 y 2015 en la
Ciudad de Buenos Aires: un modelo político y de gobierno de
Convergencia.
Hoy,
como nunca, estoy más convencido todavía de todos y cada uno de los extremos
que escribí en ese corto pero vigoroso artículo, que titulé “Buenos Aires 2013: menos dedo y más Convergencia”,
y también como nunca, estoy convencido de que la única posibilidad de sustraer
a nuestra Buenos Aires del ejido neoliberal, es sentarnos a pensar bases de
acción comunes, estrategias comunes y políticas comunes a todos los que
pensamos igual o parecido, sin divisiones, sin canibalismos y sin antinomias.
Lo vengo diciendo y escribiendo hace mucho.
Al
porteño hay que salirlo a convencer en cada elección. El porteño no gusta de
verdades reveladas. El porteño es un pensador libre que no se aferra a ningún
repertorio doctrinario de manera dogmática. El porteño necesita creer y sobre
todo necesita una explicación lisa, llana y concisa de por qué un candidato es
mejor que el otro. Al porteño no le gusta que le digan que hay que votar a un
candidato tan sólo porque no hay que votar al otro.
El porteño es básicamente un vecino en sus necesidades pero profundamente un cosmopolita en sus aspiraciones, tal como sucede con los habitantes de cualquiera de las grandes capitales del mundo. Y los diseñadores de campañas políticas deben tener eso muy en claro: Buenos Aires es una de las grandes capitales del mundo y sus habitantes tienen las mismas necesidades, los mismos miedos y las mismas aspiraciones que los habitantes de las más grandes ciudades del mundo.
Tanto en 2007 como en 2011, y sobre todo en esta última elección,
a los porteños se les ha dicho que no había que votar a Macri en razón de un
repertorio de razones que iban desde lo meramente ideológico hasta lo
supinamente ridiculizante: que Macri es malo, que es insensible, que el Borda
está mal, que la Ciudad
está mal, que no se han construido subtes, que aplica políticas neoliberales
propias de los 90´s, que la política pública neoliberal se basa en las
bicisendas y en el metrobús, y un largo etcétera de verdades que ninguno
discute, ni aún muchísimos de los porteños que lo han votado, ya que muchos lo
han votado porque las otras opciones, quizás no les parecían lo suficientemente
sólidas o sostenibles a largo plazo, en razón de su antagonismo y su atomización.
Y cuando digo que muchos porteños han votado a Macri porque las
otras opciones políticas, quizás no les parecían lo suficientemente sólidas o
sostenibles a largo plazo, lo afirmo porque es evidente que el arco
progresista, nacional, popular y humanista se atomizó y ofreció una imagen muy
pobre al electorado porteño. No fuimos capaces los nacionales, populares,
humanistas y progresistas de ir más allá de nuestro propio ombligo político, de
nuestras propias mezquindades y de nuestra incapacidad para construir una
verdadera convergencia multipartidaria.
Los procesos eleccionarios de los años 2013 y 2015 debemos
transitarlos políticamente con un espíritu convergente, buscando la unión
institucionalizada y programática de todos los partidos y agrupaciones que
tienen bases de acción política, programas, plataformas e idearios comunes,
afines o complementarios.
Nuestros líderes deben demostrar, a partir de hoy mismo, una fuerte vocación
conciliadora y una actitud profundamente constructiva; y deben volver a sentarse
juntos, deben volver a dialogar, sin miedo a sentarse o fotografiarse con unos
o con otros para no ceder protagonismo.
Ha llegado el momento de que los porteños que queremos hacer algo
por Buenos Aires debemos ponernos a pensar juntos y a trabajar juntos por una
Buenos Aires mejor.
Es momento de dejar atrás las chicanas electorales para comenzar a trabajar juntos en la construcción de un espacio plural, humanista y popular, que tenga su eje en
Es hora de que los que pensamos parecido comencemos a trabajar en bases programáticas comunes con miras a la construcción de un proyecto común.
Tenemos que mejorar el estado actual de Buenos Aires. Y la única manera de hacerlo es ganar una próxima elección.
Desunidos, los que tendríamos que estar unidos, no vamos a ganar nada ni nunca. Sólo unidos, trabajando y pensando juntos vamos a poder construir el proyecto mejorador, popular y humano que nuestra Ciudad necesita.
No es hora de dividir, sino de sumar.
No es hora de decir quién es mejor o quién puede hacerlo mejor.
Tenemos que estar convencidos de que el programa mejor, el proyecto mejor, es el que podamos construir entre todos los que tenemos una visión humana, incluyente y popular de
Los que creemos en que el país es una suma de ciudades y que la prosperidad real de un país no es más que la suma de todas las prosperidades de todas sus ciudades y provincias, debemos estar juntos.
Los que creemos en que una ciudad funciona realmente bien cuando todos sus barrios o comunas funcionan bien y cuando todos sus habitantes gozan de los mismos beneficios y tienen acceso a los mismos derechos sin importar la zona de la ciudad en que viven, debemos estar juntos.
Los que queremos el progreso de nuestra Ciudad y de todos nosotros, debemos estar juntos.
Los que creemos que a ese progreso puede llegarse con una política multisectorial y popular, pero con planificación, orden y organización, debemos estar juntos.
Los que creemos que
Los que creemos que
Los que estamos cansados de participar y de sentirnos defraudados
y sin embargo queremos hacer el último esfuerzo junto a personas como nosotros,
que quieren lo mismo que nosotros y que quieren hacerlo en un espacio porteño,
vecinalista, comunalista, municipalista, popular, humanista, ordenado y
organizado, sin compromisos ni dependencias partidarias a nivel nacional,
debemos estar juntos.
Los que estamos cansados de hacer el esfuerzo en nuestros partidos y que después los cargos o candidaturas se elijan a dedo, debemos estar juntos.
Los que creemos que
Los que estamos cansados de ver en Política siempre las mismas caras, o las caras nuevas que ya están mostrando las mismas mañas y vicios de las viejas, debemos estar juntos.
Los que creemos que una ciudad es una construcción colectiva y queremos aportar nuestros proyectos, nuestras ideas y nuestros puntos de vista para construir un modelo de Ciudad y de Progreso, para cambiar el actual y superar y mejorar los modelos anteriores, aún los que puedan resultar más afines, debemos estar juntos.
Los que creemos y deseamos sostener en
Los que creemos y deseamos sostener en
Los que creemos y deseamos sostener en
Los que creemos y deseamos sostener en
Los que creemos que Buenos Aires debe resurgir y debe volver a ser lo que alguna vez fue: el faro cultural, social y político de América Latina, debemos estar juntos.
Los que creemos que la transformación social y política es posible y que puede hacerse de manera organizada y planificada, debemos estar juntos.
Los que creemos en la militancia y en la mística como nervio motor de
Los que creemos que hay que revitalizar todas las formas de militancia, pero sobre todo la militancia del pensamiento, debemos estar juntos.
Los que creemos que
En suma, ahora menos que nunca es momento de dividir.
Van a querer dividirnos. Van a querer hacernos ver como ineficientes, laxos y sensibleros.
Los que están del lado de la pseudo eficiencia neoderechista van a volver a ofrecerse como el único paradigma posible de eficiencia.
No nos dejemos engañar ni dejemos que nuestros conciudadanos sigan siendo engañados.
Nuestra posición debe ser clara y nuestra oposición debe ser responsable, movilizada y movilizadora.
Los que pensamos igual o parecido, debemos estar juntos.
A nuestro proyecto sectorial e ideológico no le hace bien tanta fragmentación.
Tendamos a la unidad de proyecto.
Ayudemos a construir pacificando.
Algunos ánimos están enojados y otros ánimos están tristes.
Lo cierto es que son muy pocos los ánimos que están contentos.
Todos, absolutamente todos nosotros los que tenemos un perfil humanista, que basamos el progreso en el orden, la organización y el desarrollo, tenemos que estar juntos.
Podemos hacer mucho si nos peleamos poco y trabajamos juntos.
Las próximas elecciones nos tienen que encontrar más unidos. Con un proyecto verdaderamente porteño y tratando de que los debates nacionales no terminen sepultando el debate de nuestros problemas y de nuestras necesidades.
Es hora de sumar.
Es hora de estar juntos, y buscar la convergencia de todos los que
sostenemos la necesidad de un gobierno y de una sociedad porteña más
incluyente, más humana y con mayor desarrollo de todos, con todos y para todos.
Hoy más que nunca la consigna es clara: VAMOS CON TODOS, porque si
estamos juntos, TODO ES POSIBLE.