Liderazgo y Puntualidad.

Para mí, la puntualidad es una virtud cívica.

El que te hace perder tiempo haciéndose esperar es un ladrón de tiempo, es un ladrón de vida; porque el tiempo no es una convención numérica o matemática.

El tiempo es una porción de vida.

El más importante, el líder, el que preside un acto o una reunión política o cualquier otra actividad, debe llegar último, en el horario fijado, pero nunca tarde.

El ladrón de tiempo es el peor de los ladrones, porque te roba algo que no puede resarcirse ni recuperarse ni castigarse con ningún juicio civil o penal.

Porque aunque la Justicia condene al ladrón de tiempo a 10 años de cárcel o a pagar una multa de cien mil pesos, lo cierto es que ningún juicio ni penal ni civil podrá devolver el tiempo que el ladrón nos robó.

El líder que nos hace perder tiempo no es un buen líder, porque nos roba lo más valioso, y a lo mejor lo único que nos queda: la vida.
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