La Oposición, cualquier Oposición, toda Oposición política debe ser y hacer, antes que nada, buena Oposición.
Y para ser y hacer buena Oposición, primero y antes que nada, no debe ser hipócrita.
No importa de qué Oposición se esté hablando. En la honestidad intelectual no hay identificación partidaria porque todas las Oposiciones deben ser honestas intelectualmente.
No importa si uno se opone al gobierno nacional o al gobierno de la Ciudad, la honestidad intelectual de cualquiera que haga oposición debe ser la misma.
Este año 2009 fue políticamente atípico.
Hemos tenido unas elecciones muy alejadas de la fecha efectiva de toma de recambio institucional. Seis meses separan este año una fecha de otra.
Todos fueron felices a las elecciones.
Ahora algunos dicen que los parlamentos entre junio y diciembre de 2009 no pueden emitir leyes porque no tienen legitimidad.
Señores líderes, por favor, ¡Honestidad Intelectual!.
Los ciudadanos ya casi no les pedimos nada. Quizás sólo que sean un poco, al menos un poco, intelectualmente honestos.
Les pedimos que tomen posición y no nos suman más en la incertidumbre. Dénse cuenta que muchos de ustedes han tirado este país a la incertidumbre.
Todo parece valer pero, a la vez, nada parece tener valor.
No podemos decir que un parlamento vigente, cualquier parlamento no sirve porque el pueblo votó otra cosa.
Cualquier parlamento, este parlamento, el de la Ciudad, el de cualquier provincia y el de cualquier país o provincia de un país civilizado, tiene vigencia y valor hasta el último día de los mandatos que vencen o se renuevan.
Quien no cree en eso, debe asumir que no le interesa la intangibilidad de los mandatos y que habilita cualquier tipo de golpe institucional con tal de hacerse con el poder, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.
Este parlamento nacional y esta legislatura de la Ciudad, nos guste o no nos guste, tienen fecha de renovación parlamentaria el 10 de diciembre próximo (2009).
¿Vamos a paralizar la Ciudad y el país 6 meses?. ¿Esperando qué?. ¿A quién?. ¿Cuál de todos los elegidos es el Mesías político que nos llevará como bandera a la victoria?.
Señores, seamos serios. ¡Sean serios!.
Estos parlamentos tienen mandato para tratar cualquier ley hasta la fecha misma de su finalización de período.
Y si no piensan así, tengan la valentía de pedir la renuncia anticipada de los parlamentarios no reelectos y la asunción de los electos. O por lo menos tengan la valentía de pedir que todo el Congreso, todas las Legislaturas, desde junio hasta diciembre devuelvan los sueldos de cada diputado, de cada senador, de cada legislador y de cada asesor porque no van a trabajar hasta el 10 de diciembre.
Pero atención, que también van a tener que decírselo a sus propios legisladores, a sus propios diputados, a sus propios senadores y a sus propios asesores.
No creo que lo hagan. Porque muchos de nuestros “mesías” hablan con la lengua pero piensan con el bolsillo.
La Oposición, si es buena Oposición, debe ser una Oposición legal, leal, constitucional e institucional, respetuosa de las leyes, de los tiempos, de las instituciones, de los procesos y de los procedimientos parlamentarios, legales y administrativos.
Una Oposición no puede ser voraz, no puede ser deshonesta y no puede ser –bajo ningún concepto- golpista. Pero golpista de cualquier golpe. Porque sembrar caos, violencia, zozobra, angustia y desconcierto también es incitar a caídas y golpes.
La turbulencia no es buena para ningún vuelo.
Ni para el vuelo del amigo ni para el vuelo del enemigo.
Los opositores, todos los opositores, deben ser y hacer siempre una Oposición de altura.
Los opositores, los líderes en general, deben saber volar alto. Eso queremos ver los ciudadanos. Queremos ver a nuestros líderes y a nuestros dirigentes volando alto. Que tengan verdaderos vuelos de altura.
Estoy seguro de que somos muchos los que queremos volver a ver una Política argentina y porteña de alto vuelo.
Tengan en cuenta que el vuelo de altura mejora las condiciones de vuelo y estabiliza los aviones.
Y también tengan en cuenta que, cuanto más alto vuelen, menos ratas van a encontrar en su avión.
¿Y saben por qué?...
Porque las ratas no resisten a la altura.
Y para ser y hacer buena Oposición, primero y antes que nada, no debe ser hipócrita.
No importa de qué Oposición se esté hablando. En la honestidad intelectual no hay identificación partidaria porque todas las Oposiciones deben ser honestas intelectualmente.
No importa si uno se opone al gobierno nacional o al gobierno de la Ciudad, la honestidad intelectual de cualquiera que haga oposición debe ser la misma.
Este año 2009 fue políticamente atípico.
Hemos tenido unas elecciones muy alejadas de la fecha efectiva de toma de recambio institucional. Seis meses separan este año una fecha de otra.
Todos fueron felices a las elecciones.
Ahora algunos dicen que los parlamentos entre junio y diciembre de 2009 no pueden emitir leyes porque no tienen legitimidad.
Señores líderes, por favor, ¡Honestidad Intelectual!.
Los ciudadanos ya casi no les pedimos nada. Quizás sólo que sean un poco, al menos un poco, intelectualmente honestos.
Les pedimos que tomen posición y no nos suman más en la incertidumbre. Dénse cuenta que muchos de ustedes han tirado este país a la incertidumbre.
Todo parece valer pero, a la vez, nada parece tener valor.
No podemos decir que un parlamento vigente, cualquier parlamento no sirve porque el pueblo votó otra cosa.
Cualquier parlamento, este parlamento, el de la Ciudad, el de cualquier provincia y el de cualquier país o provincia de un país civilizado, tiene vigencia y valor hasta el último día de los mandatos que vencen o se renuevan.
Quien no cree en eso, debe asumir que no le interesa la intangibilidad de los mandatos y que habilita cualquier tipo de golpe institucional con tal de hacerse con el poder, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.
Este parlamento nacional y esta legislatura de la Ciudad, nos guste o no nos guste, tienen fecha de renovación parlamentaria el 10 de diciembre próximo (2009).
¿Vamos a paralizar la Ciudad y el país 6 meses?. ¿Esperando qué?. ¿A quién?. ¿Cuál de todos los elegidos es el Mesías político que nos llevará como bandera a la victoria?.
Señores, seamos serios. ¡Sean serios!.
Estos parlamentos tienen mandato para tratar cualquier ley hasta la fecha misma de su finalización de período.
Y si no piensan así, tengan la valentía de pedir la renuncia anticipada de los parlamentarios no reelectos y la asunción de los electos. O por lo menos tengan la valentía de pedir que todo el Congreso, todas las Legislaturas, desde junio hasta diciembre devuelvan los sueldos de cada diputado, de cada senador, de cada legislador y de cada asesor porque no van a trabajar hasta el 10 de diciembre.
Pero atención, que también van a tener que decírselo a sus propios legisladores, a sus propios diputados, a sus propios senadores y a sus propios asesores.
No creo que lo hagan. Porque muchos de nuestros “mesías” hablan con la lengua pero piensan con el bolsillo.
La Oposición, si es buena Oposición, debe ser una Oposición legal, leal, constitucional e institucional, respetuosa de las leyes, de los tiempos, de las instituciones, de los procesos y de los procedimientos parlamentarios, legales y administrativos.
Una Oposición no puede ser voraz, no puede ser deshonesta y no puede ser –bajo ningún concepto- golpista. Pero golpista de cualquier golpe. Porque sembrar caos, violencia, zozobra, angustia y desconcierto también es incitar a caídas y golpes.
La turbulencia no es buena para ningún vuelo.
Ni para el vuelo del amigo ni para el vuelo del enemigo.
Los opositores, todos los opositores, deben ser y hacer siempre una Oposición de altura.
Los opositores, los líderes en general, deben saber volar alto. Eso queremos ver los ciudadanos. Queremos ver a nuestros líderes y a nuestros dirigentes volando alto. Que tengan verdaderos vuelos de altura.
Estoy seguro de que somos muchos los que queremos volver a ver una Política argentina y porteña de alto vuelo.
Tengan en cuenta que el vuelo de altura mejora las condiciones de vuelo y estabiliza los aviones.
Y también tengan en cuenta que, cuanto más alto vuelen, menos ratas van a encontrar en su avión.
¿Y saben por qué?...
Porque las ratas no resisten a la altura.
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