Tal como dije en una comunicación que escribí el 9 de julio pasado y que levantaron varios medios de comunicación, lo cierto es que estas elecciones legislativas de 2009 ya pasaron.
En esa comunicación decía que pasaron sin pena ni gloria, a decir verdad, para nuestra Ciudad de Buenos Aires.
Aunque parezca una verdad de Perogrullo, lo cierto es que los que ganaron, ganaron y los que perdieron, perdieron.
En esa comunicación decía que pasaron sin pena ni gloria, a decir verdad, para nuestra Ciudad de Buenos Aires.
Aunque parezca una verdad de Perogrullo, lo cierto es que los que ganaron, ganaron y los que perdieron, perdieron.
De nada sirven ahora las interpretaciones y las elucubraciones numéricas de pérdidas y ganancias.
Ya pasaron estas elecciones de transición en las que todos se lanzaron contra todos, todos se dijeron de todo y en la que todos los que hablaron de Buenos Aires sólo lo hicieron con miras a su proyección nacional.
Ya pasaron estas elecciones en las que no parecía importante ganar, sino hacer perder al otro.
Ya pasaron estas elecciones 2009. Ahora hay que ponerse a trabajar enserio para las de 2011.
Ahora los porteños que queremos hacer algo por Buenos Aires debemos ponernos a pensar juntos y a trabajar juntos por una Buenos Aires mejor.
Es momento de dejar atrás las chicanas electorales para comenzar a trabajar juntos en la construcción de un espacio plural, humanista y popular, que tenga su eje en la Ciudad de Buenos Aires y en los hombres y mujeres que vivimos, trabajamos o transitamos en ella.
Es hora de que los que pensamos parecido comencemos a trabajar en bases programáticas comunes con miras a la construcción de un proyecto común.
Tenemos que mejorar el estado actual de Buenos Aires. Y la única manera de hacerlo es ganar una próxima elección.
Desunidos, los que tendríamos que estar unidos, no vamos a ganar nada ni nunca.
Sólo unidos, trabajando y pensando juntos vamos a poder construir el proyecto mejorador, popular y humano que nuestra Ciudad necesita.
No es hora de dividir, sino de sumar.
No es hora de decir quién es mejor o quién puede hacerlo mejor.
Tenemos que estar convencidos de que el programa mejor, el proyecto mejor, es el que podamos construir entre todos los que tenemos una visión humana, incluyente y popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Los que creemos en que el país es una suma de ciudades y que la prosperidad real de un país no es más que la suma de todas las prosperidades de todas sus ciudades y provincias, debemos estar juntos.
Los que creemos en que una ciudad funciona realmente bien cuando todos sus barrios o comunas funcionan bien y cuando todos sus habitantes gozan de los mismos beneficios y tienen acceso a los mismos derechos sin importar la zona de la ciudad en que viven, debemos estar juntos.
Los que queremos el Progreso de nuestra Ciudad y de todos nosotros, debemos estar juntos.
Los que creemos que a ese progreso puede llegarse con una política multisectorial y popular, pero con planificación, orden y organización, debemos estar juntos.
Los que creemos que la Política, cuando está bien hecha, sique siendo la mejor herramienta de transformación social, debemos estar juntos.
Los que creemos que la Ayuda Social Responsable, con capacitación, formación y generación de microemprendimientos, es la mejor alternativa y la más sustentable frente a la Ayuda Social Directa que fomenta el chantaje político y clientelar, debemos estar juntos.
Los que queremos que los políticos que votamos para un cargo no lo abandonen antes de tiempo para presentarse a otro cargo que suponen mayor o mejor, de acuerdo con su propia conveniencia o proyecto personal, debemos estar juntos.
Los que estamos cansados de participar y de sentirnos defraudados y sin embargo queremos hacer el último esfuerzo junto a personas como nosotros, que quieren lo mismo que nosotros y que quieren hacerlo en un espacio porteño, vecinalista, comunalista, municipalista, popular, humanista, ordenado y organizado, sin compromisos ni dependencias partidarias a nivel nacional, debemos estar juntos.
Los que estamos cansados de hacer el esfuerzo en nuestros partidos y que después los cargos o candidaturas se elijan a dedo, debemos estar juntos.
Los que creemos que la Política tiene que estar ejercida con gente con curriculum y no con prontuario, debemos estar juntos.
Los que estamos cansados de ver en Política siempre las mismas caras, o las caras nuevas que ya están mostrando las mismas mañas y vicios de las viejas, debemos estar juntos.
Los que creemos que una ciudad es una construcción colectiva y queremos aportar nuestros proyectos, nuestras ideas y nuestros puntos de vista para construir un modelo de Ciudad y de Progreso, para cambiar el actual y superar y mejorar los modelos anteriores, aún los que puedan resultar más afines, debemos estar juntos.
Los que creemos y deseamos sostener en la Ciudad de Buenos Aires un sistema político representativo, republicano, federal y municipal, debemos estar juntos.
Los que creemos y deseamos sostener en la Ciudad de Buenos Aires un estado laico pero ecuménico, que respete a todas las iglesias y respete e integre a todas las iglesias y respete e integre a todos los hombres y a todas las mujeres de Fe, debemos estar juntos.
Los que creemos y deseamos sostener en la Ciudad de Buenos Aires una Política de partidos fuertes y prestigiosos, que sean la fuerza motriz de nuestra comunidad organizada, con políticos probos y liderazgos orgánicos, debemos estar juntos.
Los que creemos y deseamos sostener en la Ciudad de Buenos Aires una política, una gestión de gobierno y una acción social responsable basada en, para, por y con el ser humano sin distinción de sexo, raza, religión, orientación sexual, ideología política, clase social, grupo de pertenencia o sector comunitario, mientras sean lícitos y no atenten contra los Derechos Humanos, la Constitución Nacional y la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, debemos estar juntos.
Los que creemos que Buenos Aires debe resurgir y debe volver a ser lo que alguna vez fue: el faro cultural, social y político de América Latina, debemos estar juntos.
Los que creemos que la transformación social y política es posible y que puede hacerse de manera organizada y planificada, debemos estar juntos.
Los que creemos en la militancia y en la mística como nervio motor de la Política y de la transformación social organizada, debemos estar juntos.
Los que creemos que hay que revitalizar todas las formas de militancia, pero sobre todo la militancia del pensamiento, debemos estar juntos.
Los que creemos que la Ciudad de Buenos Aires no puede ser botín comercial de ningún sector, y menos de un sector político que se enmascara detrás de la anti-política y de la eficiencia privatizadora, debemos estar juntos.
En suma, pasadas las elecciones no es momento de dividir.
Van a querer dividirnos. Van a querer hacernos ver como ineficientes, laxos y sensibleros.
No nos dejemos engañar ni dejemos que nuestros conciudadanos sigan siendo engañados.
Nuestra posición debe ser clara y nuestra oposición debe ser responsable, movilizada y movilizadora.
Los que pensamos igual o parecido, debemos estar juntos.
A nuestro proyecto sectorial e ideológico no le hace bien tanta fragmentación.
Tendamos a la unidad de proyecto.
Ayudemos a construir pacificando.
Algunos ánimos están enojados y otros ánimos están tristes.
Lo cierto es que son muy pocos los ánimos que están contentos.
Las mayorías se están revirtiendo y la Ciudad de Buenos Aires está comprendiendo, poco a poco, que lo que se presentaba como la panacea y el cambio, es como el mismo viejo Bimotor Douglas Modelo 1955 que carretea, carretea, pero no termina tomando vuelo.
Todos, absolutamente todos nosotros los que tenemos un perfil humanista, que basamos el progreso en el orden, la organización y el desarrollo, tenemos que estar juntos.
Podemos hacer mucho si nos peleamos poco y trabajamos juntos.
La próxima elección nos tiene que encontrar más unidos. Con un proyecto verdaderamente porteño y tratando de que los debates nacionales no terminen sepultando el debate de nuestros problemas y de nuestras necesidades.
Todos, absolutamente todos nosotros los que tenemos un perfil humanista, que basamos el progreso en el orden, la organización y el desarrollo, tenemos que estar juntos.
Podemos hacer mucho si nos peleamos poco y trabajamos juntos.
La próxima elección nos tiene que encontrar más unidos. Con un proyecto verdaderamente porteño y tratando de que los debates nacionales no terminen sepultando el debate de nuestros problemas y de nuestras necesidades.
Los porteños no tienen que tener miedo. Nosotros creemos en un Resurgimiento Popular. Es cierto, Pero para nosotros, "Popular" no quiere decir populista.
Popular quiere decir, en nuestra boca, una concepción de gobierno y de sociedad más incluyente, más humana y con mayor desarrollo de todos, con todos y para todos.
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