Resurgimiento, Descentralización y Participación.

Cuando digo que quiero una Buenos Aires más descentralizada, quiero decir que quiero, entre otras cosas y por lo menos:

Una Ciudad en la que se pongan en vigencia todos los mecanismos de la descentralización. Los que prescribe la Constitución de la Ciudad y todos aquellos que sean necesarios o que sean requeridos por los propios vecinos.

Una Ciudad con gobierno que entienda que la descentralización, el hecho de llevar el gobierno, el poder y las decisiones más allá de la Plaza de Mayo, es para mayor beneficio de todos y no disminuye el poder de nadie. Cada organismo, cuando las cosas están bien hechas, organizadas, planificadas y ejecutadas tiene su competencia y nadie se superpone con nadie si no tiene el interés oculto de superponerse.

Una Ciudad con un gobierno que entienda que las comunas no son ni buenas ni malas en sí mismas, sino que sólo son constitucionales. Es decir, si alguien no quiere las comunas va a tener que proponer de manera valiente una reforma constitucional para su eliminación. Pero mientras no se reforme la Constitución de la Ciudad, las comunas deben ser constituidas en el menor lapso posible.

Una Ciudad en la que los vecinos puedan participar en el establecimiento de las prioridades presupuestarias y en las obras que son necesarias en cada barrio o comuna en particular.

Una Ciudad en la que, a pesar del actual sistema de unificación vecinal por comunas, no se pierdan las identidades barriales. Cada barrio porteño tiene su historia, sus hombres, sus mujeres, sus instituciones particulares, históricas y respetadas.






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